Investigación y docencia o investigación para la docencia

Texto completo (extracto publicado en el “Boletín primer periodo”)

En algún momento de la carrera, muchos de los compañeros comienzan a preguntarse acerca de la posibilidad de dar clases en la facultad. Llamaremos a esta cuestión El fatigoso camino hacia el ingreso a la docencia para los estudiantes de grado en Letras. Como si se tratara de una carrera en paralelo, el ingreso a la docencia se encuentra estrechamente ligado a la investigación y la participación en los círculos académicos pertinentes para tal fin. Sea como estudiante (que aspirará a un lejano y mágico cargo de Ayudante de Segunda) o como graduado (que podrá aspirar de Ayudante de Primera en adelante, de acuerdo a la carrera que se proponga llevar), es necesario tener siempre en mente que además de tener un promedio cercano al promedio histórico de la carrera, hay una serie de factores que condicionan la factibilidad de alcanzar un cargo en un concurso de selección (ya discutiremos sobre este tema más adelante):

» Jornadas de investigación: como participante y como expositor.

» Publicaciones en revistas (con referato, esto es lo que convierte a la publicación en un antecedente académico)

» Experiencia docente

»Participación en cátedras, adscripciones, proyectos BACyT

»Becas y posgrado. Cuanto más CONICET, mejor.

»Idiomas (pertinentes para la materia que el postulante elija)

La valoración de la cantidad de antecedentes en investigación, dentro de los puntos señalados anteriormente, es apenas un indicio de la importancia que tienen en los concursos de selección. Varían en el tipo de selección y de cargo, pero cabe destacar que el trabajo que debe realizar un estudiante para aspirar al cargo de ayudante de segunda es muy demandante, considerando los pocos ayudantes de segunda que seleccionan las cátedras en nuestra carrera.

Si bien compartimos el espíritu de excelencia académica, porque es aquello que nos motiva en primera instancia para continuar y completar nuestros estudios en la Facultad de Filosofía y Letras, en Verbo Irregular consideramos que es muy reducido el margen para la participación en la docencia para los estudiantes que no tienen beca o realizan sus investigaciones y trabajo docente en espacios alternativos fuera de la facultad. Se podría argumentar que quien tiene deseos de ser un profesor en nuestra facultad intentará participar de todos los espacios académicos que estén a su alcance; pero teniendo en cuenta que en escasas oportunidades se seleccionan Ayudantes de Segunda, consideramos que los criterios que privilegian la investigación y no la formación del estudiante como futuro miembro de una cátedra, son funcionales a la exclusión — debates que tienen un trasfondo polémico que multiplica: tomemos como ejemplo el caso con el que comenzó el año 2015, del dictamen dividido durante el concurso de la materia Literatura del siglo XX, en el que se manifestaron dos posturas notoriamente contrarias: las que privilegian antecedentes en investigación para la formación individual como una forma de meritocracia, y las que privilegian antecedentes en investigación en equipos de cátedra como preparación para el trabajo con la cátedra—: Estas discusiones tuvieron repercusiones en la modificación del reglamento. Se equiparó el puntaje otorgado a las becas igualándolo en tres puntos con el de las adscripciones, para el cargo de Ayudante de segunda.

El cargo de Ayudante de segunda se enmarca en la llamada selección interna, regulada por el “Reglamento de selecciones internas” que fue modificado durante el año 2015 con el espíritu de volver más claras las reglas a partir de las cuales la comisión evaluadora —grupo de profesores e investigadores propuestos por la Junta Departamental— llevará adelante la tarea de calificar con puntaje todos los antecedentes de cada postulante, obteniendo como resultado un dictamen que conforma una lista: quien obtiene el puntaje más alto obtiene el cargo. Lo que se suele hacer es tomar esa lista como orden de mérito para posibles casos en los que haga falta suplantar por licencia, renuncia o adecuación de cargo, con los postulantes que le siguen inmediatamente al primero.

Ahora, lo importante. Las modificaciones realizadas durante el año anterior implican para los aspirantes a Ayudante de segunda, algunas novedades. Dado que son pocas las cátedras que incorporan ayudantes de segunda, se sugiere, se menciona la posibilidad, se le recuerda a la cátedra que la figura de Ayudante de Segunda existe y que debería ser considerada particularmente en los cargos disponibles por licencias (las que tienen un plazo de finalización, por maternidad, por ejemplo). Valoramos muchísimo la sugerencia. Creemos que no contempla una posibilidad real de ingreso a la docencia o una revalorización del cargo de Ayudante de Segunda en la formación del estudiante que tiene interés en la investigación y la docencia, o, como podríamos llamarlo —teniendo en cuenta el reglamento de selección resultante— la investigación para la docencia.